La leyenda que se llama Humphrey Bogart desafía todos los años al olvido y a la muerte. Los documentos oficiales señalan que el legendario galán de Hollywood falleció el 14 de enero de 1957. Tenía 57 años y sufría un cáncer de esófago. Pero su presencia en las pantallas no declina ni se apaga su estrella en la Vía Láctea de los amantes del cine.

Bogart encarnó al ideal de galán masculino de su época por antonomasia, pese a su escasa estatura, sus estrechos hombros y su rala cabellera. Su anguloso rostro, con esa característica cicatriz en el labio superior, hizo que en un principio se encasillara en papeles de villano. Pero en 1941 “El halcón maltés” y “El último refugio” marcaron un punto de inflexión y pasó a ser el antihéroe favorito del público.

Un año más tarde, en “Casablanca” Bogart e Ingrid Bergman hicieron historia. Algunas de las frases del protagonista resultan inolvidables, como cuando por nacionalidad afirma “soy borracho” o la famosísima y romántica “siempre nos quedará París”. Su gabardina y su sombrero, el cigarrillo colgando de la comisura de los labios y una bebida en la mano completaron una caracterización perfecta de un hombre atormentado.

En 1944, durante el rodaje de “Tener y no tener”, conoció a Lauren Bacall, que tenía 19 años y se enamoró como nunca. Tres semanas después, la besó por primera vez en los vestuarios, y un año más tarde se casaron. En 1949 nació el productor de cine y televisión Stephen y a los tres años, Leslie Howard. La pareja rodó otras tres películas: los clásicos del cine negro “Al borde del abismo”, “La senda tenebrosa” y “Huracán de pasiones”. Sin embargo debió esperar hasta 1952 para recibir el único Oscar de su carrera, por su papel en “La reina africana”.

Su hijo ha vivido ya 11 años más que su famoso padre, a quien perdió a los ocho años. “No tengo muchos recuerdos de él, pero hay un momento que me vuelve a la mente una y otra vez, y es cuando estaba con él navegando”, rememora. “Mi padre fue un actor excepcional, filmó películas excepcionales que estarán siempre vigentes. A él le gustaba su trabajo, estar delante de la cámara, pero era más bien una de esas personas que va por la libre. Le encantaba jugar al ajedrez o al golf, salir a navegar con un par de amigos, los buenos guiones y se alejaba de las malas películas”, agrega orgulloso.

Este año, Stephen Bogart se propone celebrar con pompa el 75 aniversario de “Casablanca”. Según contó a la agencia DPA, las hijas de Bergman, Isabella Rossellini y Pia Lindström, están invitadas al tradicional festival Bogart que se celebra a mediados de octubre en Cayo Largo, Florida, desde 2013 y al que acuden a él fans del artista procedentes de todo el mundo. Un año para recordarlo por partida doble.